Carlos Roberto Martinez Ulloa
El anuncio de la próxima fracción legislativa, del que fuera el más grande y glorioso partido político, Liberación Nacional, de que apoyaría con sus 17 votos la designación de un directorio presidido por el PAC, es una real vergüenza de la que personalmente me siento agredido por 17 funestos personajes, que recibieron los votos de muchos liberacionistas, que creyeron aún el cuento de que nuestro partido estaba reformándose, cuando con esa manifestación lo que demuestran es la incapacidad de esos diputados, que mejor renunciaran al Partido.Ser oposición, es ejercerla con responsabilidad, es engrandecer en la derrota, a Liberación Nacional. Ser oposición es el compromiso que adquirieron esos ineptos diputados, al recibir los votos de los costarricenses liberacionistas y no, que creyeron que eran los mejores representantes en la Asamblea que podían elegir.Y los cuales se sienten traicionados por su actuar.
Ser liberacionista es un orgullo, que muchos de nosotros hemos disfrutado desde nuestra cuna, como para que unos cuantos lleguen a traicionarnos ahora.
QUE VERGÜENZA, me da al darle mi cara a mis hijos, a mis nietos, a muchos vecinos, por los que en esta última elección llegue a pedirles su voto, por nuestro candidato, diciéndoles que estábamos en un proceso de reforma, de cambio, de ajuste, que haría de nuestro hasta hoy glorioso Partido Liberación Nacional, la mayor fuerza política del próximo decenio.
Sigan así, y verán como muy pronto, estaremos llorando sobre las cenizas de los héroes del 48, sobre las cenizas de don Pepe y Daniel, ya que lo primero que perdieron esos pseudo representantes legislativos, fue la vergüenza, y el orgullo de ser representantes de nuestro partido.
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