Pensamos en grande, soñamos en grande, trabajamos en grande

Discurso del
Lic. DANIEL ODIBER QUIROS
pronunciado en el Cantón de La Cruz
Provincia de Guanacaste, el 17 de
noviembre de 1973.

Pensamos en grande, soñamos en grande, trabajamos en grande

Compañeras y compañeros de La Cruz:

He estado recorriendo el cantón como Candidato en los últimos meses, y yendo de Cuajiniquil a Puerto Soley, a Santa Cecilia, a Peñas Blancas, La Garita, San Dimas y otros pueblos. Me doy cuenta que fue muy importante para los vecinos de esta región, que Liberación Nacional decidiera fundar el Cantón de La Cruz hace pocos años. Tomamos la responsabilidad de habilitar un pueblo, que era antes La Cruz: un pueblo aislado, fronterizo, que no tenía ningún desarrollo interno en toda su zona productora. Los vecinos de los pueblos que antes cité: aislados, con el barro de por medio, luchando contra la montaña, contra la lejanía y contra el abandono, como es característico en ias zonas fronterizas de Costa Rica.

UN TIPO DE CIVILIZACION, UN TIPO DE VIDA, UN TIPO DE VALORES

Liberación Nacional asumió la responsabilidad de hacer no sólo que ese centro de población progresara, como lo pueden ver todos los que pasan hoy a La Cruz, sino que poco a poco se fuera abriendo el cantón, porqué el destino de este Cantón es poder crear aquí en la Frontera Norte de Costa Rica, un tipo de civilización, un tipo de vida, un tipo de educación, de técnicas de producción, de valores, que pueda sentirse en el momento en que los vecinos de todos los países del norte se acerquen a Costa Rica. Porque yo deseo, interpretando el pensamiento de ustedes — con quienes he hablad; mucho en sus casas y en sus pueblos, en sus fincas y en sus negocios— que en Costa Rica se forme una región ejemplar en toda esta Frontera, que va desde aquí hasta la Boca o la Barra del Colorado. Estoy empeñado en que La Cruz, Upala, Los Chiles, Pococí, Tortuguero, puedan llegar a tener, en el curso de los próximos años, todas las vías de comunicación que se necesitan para poder desarrollar la zona en la forma que se ha hecho en la Meseta Central.

No es tarea fácil, y la gente a veces cree que nosotros soñamos más de la cuenta y que estamos soñando en grande, en forma exagerada. Pero cuando hace 20 años entrábamos aquí desde Liberia, con las penalidades de ese viaje, nadie podía soñar que hoy viniéramos a pasear en pocos minutos a la Frontera. Y cuando hace cinco años aquí en este pueblo, empezamos a hablar de integrar la costa con los Llanos de Santa Cecilia, la gente creía que todo era mentira y que eran promesas de campaña.

Ahí está el trabajo de Liberación. En la mañana me ha tocado a veces estar en Puerto Soley, a mediodía en Santa Cecilia, y he regresado a mi casa en Liberia en la tarde. Eso es Liberación Nacional y esos son los programas de Liberación en el Cantón de La Cruz, fundado bajo la responsabilidad nuestra.

Claro que nos falta todavía. Se nos lavaron muchos caminos ahora con este invierno; hay que rehacer esos caminos. Nos faltan todavía trochas lastradas por todos lados, que tenemos que consolidar para que no se laven. Hay desagües que hacer, y vamos a arreglarlos. Hay cientos y cientos de casas donde todavía no ha llegado el agua potable ni la energía eléctrica; hay que llegar a esas casas con esos servicios.

EN LIBERACION PENSAMOS, SOÑAMOS Y TRABAJAMOS EN GRANDE

Yo estoy empeñado en comunicar Santa Cecilia, por Brasilia, con Aguas Claras y con Dos Ríos, para hacer la gran carretera a la espalda de esa montaña e incorporar al desarrollo atlántico, así, a este Guanacaste. Todo eso, la gente dice que pueden ser sueños, pero yo estoy convencido que los que no sueñan no muevan los países; y los que no sueñan no hacen estos programas, como los de Liberación. Hay que ver lo que hablaban de La Cruz en el pasado, lo que le decían a uno que era esto; y muchos que están ahora en la oposición a nosotros, se burlaban cuando nosotros empezábamos a hablar de estos planes.

Cuando llego a Puerto Limón y empiezo a hablar con JAPDEVA de la posibilidad de traerse el ferrocarril, a empatarlo por aquí con los ferrocarriles centroamericanos, la gente dice que estamos locos. Creen que estamos locos, porque consideramos que eso ya es posible. Y cuando hablo con el Presidente de Nicaragua de la posibilidad de tener líneas de navegación de Barra del Colorado hasta esta zona, también siguen diciendo que estamos locos. Hay que estudiar la historia de Costa Rica para darse cuenta de que toda esta zona estaba habilitada de tránsito, hace más de cien años; y que toda esa zona, con la tecnología moderna, puede perfectamente, ver un gran desarrollo dé transporte de lancha, transportes de ferrocarril, transportes de carretera, puertos, y otra serie de actividades que en este momento la gente cree que son imposibles.

Quién nos iba a decir que la langosta que se está pescando por aquí se consume el mismo día en San José, o que la corvina que ya están sacando en la bahía está en los restaurantes de San José en horas de la noche. La gente no creía en estas cosas. Y yo, por eso, cuando hablo en una población fronteriza, sea la Barra del Colorado, sea Sixaola, sea la zona de Coto y Laurel, sea la de La Cruz, sostengo la tesis de que Costa Rica está ya tocando las fronteras y que tenemos que consolidar ya esas zonas, fortalecerlas, llenarlas de fincas pequeñas bien desarropadas y bien atendidas por los servicios de] Estado, para hacer sentir en el mundo centroamericano lo que es la civilización de Costa Rica y cómo viven los costarricenses.

Esa es la pelea en el Guanacaste. Eso ha sido transformar el Guanacaste de, una provincia olvidada hace 30 años, en un emporio de riqueza que más y más alcanza ya los niveles de la Meseta Central. Eso ha sido transformar San Carlos, en la misma forma, hasta tocar con el Río San Juan. Eso ha sido transformar el Valle de El General, acercándonos ya a la Frontera con Panamá. Eso será dentro de pocos años el desarrollo del Valle de Talamanca, que todavía nos queda por desarrollar como Frontera. Y si el costarricense no siente ese atractivo de acercarse a la Frontera, de integrar el país, de comunicar casa con casa en todo el territorio nacional en lo que falta de este siglo, ese costarricense tiene que irse a uno de los partidos de aposición. Porque en Liberación pensamos en grande, soñamos en grande y trabajamos en grande, como se ha probado en La Cruz.

FUERZA POLITICA Y MISTICA PARA ENFRENTAR PROBLEMAS

Quedan todavía siete partidos en contra. No sé lo que le pasa a sus dirigentes, que no han presentado, desde esos siete partidos, una sola idea aquí en La Cruz o en cualquiera de los otros pueblos de Costa Rica. He preguntado en estos caseríos cuántas candidatos han llegado y no ha llegado uno solo. No los conocen, porque ellos creen que los pueblos cuentan nada más par el número de votos, y yo no. Porque yo no estoy peleando ni he peleado sólo por ganar una Presidencia, sino por sostener un Partido, hacerlo cada vez más grande y echar para adelante 25 años más en la tarea por Costa Rica.

Ellos quieren ser el Presidente y sentarse en una oficina en San José cómodamente a recibir sus visitas. A mi no me interesa ese tipo de Presidencia de la República. Yo seguiré visitando los pueblos como Presidente, y tendré organizada mi Presidencia para poder estar la mayor cantidad del tiempo viendo las cosas que están haciendo las gentes de gobierno, los empresarios privados, los finqueros, los pequeños talleres, las pequeños comercios. Yo no quiero que me cuenten el cuento en San José, para darme cuenta después de que tal vez no es cierto lo que me han dicho. Yo quiero estar a la par de la gente que trabaja, para ver cómo echamos a Costa Rica adelante.

Nos toca la tarea de votar el próximo 3 de febrero. Setenta y ocho días nos faltan para consolidar la cosecha. Está puesto el Partido en todo el territorio nacional, y yo necesito que cada uno de ustedes —que me han honrado viniendo esta tarde a acompañarme un rato—, se comprometa conmigo a que ni un solo miembro de la familia, ni un solo vecino, ni un solo miembro de su pueblo, se quede sin votar por Liberación. Yo necesito toda la cosecha de votos, porque necesito 80 Municipalidades, necesito diputados, necesita fuerza política por todo lado, no solamente para pasar leyes, sino porque sin fuerza política Costa Rica no se puede dirigir, ni los graves problemas que enfrentamos pueden ser solucionados.

Cuando yo veo a cualquiera de los siete que se me oponen en la papeleta y me pongo a pensar que por una catástrofe o una desgracia ganara uño de ellos las elecciones, la pregunta es: ¿Va a poder gobernar sin fuerza política? ¿Va a poder gobernar sin un partido que lo respalde? ¿Va a poder gobernar sin un programa para dirigir el país? ¿Va a poder gobernar sin una mística para enfrentarse a los problemas? Porque ya Costa Rica, por su crecimiento, por la fuerza que ha tomado, está sujeta a todos los peligros y vicios de las sociedades latinoamericanas.

PLANIFICAR PENSANDO EN 25 AÑOS

Formar una democracia, hacer una sociedad sana, consolidar una República que vaya aceleradamente hacia la prosperidad y la justicia no es cosa de la noche a la mañana. Es trabajo permanente, como lo hemos hecho por 25 años y como tenemos que hacerlo por 25 años más. La responsabilidad de administrar una finca —para hablar en el lenguaje nuestro guanacasteco—, siempre se le da al hombre que mejor trabaja y que más clara idea tiene de cómo hacer esa finca.

Cuando uno compra una hectárea, o 10 hectáreas, o 100 hectáreas de terreno, lo primero que hace es planificar, es decir, adonde quiere el pasto, adonde van las cercas, adonde quedan los árboles y de dónde se saca el agua. Cuáles son los potreros más frescos, cuál sombra se le deja al repasto, cuál tierra sirve para la agricultura, adonde se pone el rancho, adonde se siembran los primeros árboles para el rancho. Eso se llama planificar. Y si planificar un país a sólo uno, dos, tres o cuatro años, sino que se debe planificar pensando en los próximas 25 años.

Cuando empezamos en la política, pensamos en los primeros 25 años. Ya pasaron, y ahora vamos a enfrentarnos a otro cuarto de siglo: a un cuarto de siglo en que posiblemente nosotros no veamos los resultados. Pero, como madres, como padres, como abuelos, vamos a sentirnos felices de ver la Costa Rica que le vamos a dar a nuestros hijos. Ese es el reto de Liberación Nacional: no ganar unas elecciones para quedar uno muy complacido, o los diputados muy contentos, o los munícipes muy satisfechos, sino ganar unas elecciones para que no se nos pare la carreta, para que no se nos llenen de barro les caminos, para que no se nos llenen de barreal otra vez los desagües, para que no vuelva a crecer ¡a montaña donde ya está hecho el repasto, para que no se nos paren los programas de Liberación Nacional. Yo necesito el 3 de febrero próximo en el centro de las papeletas el voto verde, blanco y verde para Presidente, para diputados y para munícipes.

CON USTEDES, PELEANDO POR LIBERACION NACIONAL

Vayan a sus pueblos tranquilos. Liberación sigue trabajando por ustedes. Yo no necesito programas para mi, porque a mis años —y gracias a Dios—, yo tengo ya todo lo que aspiraba tener en la vida. Pero mientras haya casas sin caminos, mientras haya casas sin agua, casas sin luz eléctrica, mientras haya chiquillos sin salud, sin nutrición y sin escuela, mientras haya muchachos que quieren estudiar y no pueden estudiar por falta de medios, mientras haya campesinos fuertes que quieren un pedazo de tierra y no la tienen por pobreza, ahí esteré yo con ustedes, peleando por Liberación Nacional.

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