Roberto Castro Ch.
Un día de estos entre una conversación sumamente interesante, recordamos un pasaje de MAFALDA que decía precisamente que la gente pasa resolviendo los problemas urgentes, pero no resuelve los problemas que son importantes.A raíz de eso quiero fundamentar este artículo pues en el PLN le hemos dado y le seguimos dando todo el reconocimiento y la dedicación a los problemas inmediatos, sin analizar que los problemas de fondo, los que afectan la vida real del Partido son postergados una vez sí y otra también, dándole prioridad a temas superficiales que en nada modifican la consolidación y amalgama del PLN como tal y lo que hacen es darle paliativos que prolonguen su artificial existencia. Mi estimado amigo don Mario Chaverri y otros compañeros indican que el PLN es un cascarón, expresión muy dura pero destaca la realidad de nuestro querido Partido.
El PLN ha sido controlado y dirigido en los finales del siglo anterior y en éste, por grupos que han demostrado una posición inequívoca, lo desean usar como la escalera política para ascender al poder, pero no han hecho lo necesario para fortalecer esa escalera, de tal manera que a como está el Partido, no se va a lograr más del 25% aproximadamente, del electorado costarricense en las elecciones venideras. Lo que implica que esa maquinaria electoral está debilitada, como la hemos visto en los tres procesos anteriores, lo que no entendemos es la razón por la cual luchar por una precandidatura si el Partido está tan diezmado y no se dan signos de buscar el fortalecimiento y la integración que tanto requiere.
Para demostrar lo afirmado sólo mencionaremos un caso; como todos sabemos, inclusive los que luchan porque el Estatuto actual se mantenga, este grupo de normas en una cantidad considerable, están en contraposición de lo que dispone nuestra Carta Ideológica, por ejemplo se irrespeta la voluntad de las minorías y se premia a las mayorías dándoles la opción de montar las famosas mesas gallegas, práctica que promueve a abandonar el Partido por parte de esas minorías. Esa práctica usada en las elecciones municipales pasadas, nos tiene en ascuas en muchos cantones, sino que nos cuenten lo que está ocurriendo en Abangares, lo que ocurrió en La Cruz y observemos el fenómeno de Desamparados. Las minorías tienen que estar representadas proporcionalmente a su poderío electoral, caso contrario las perdemos.
Recientemente el Partido publicó un proyecto de Estatuto para hacerle observaciones, la verdad es que nos abstuvimos de hacerlas por una sola razón; quien redactó el documento no ha leído nuestra Carta Ideológica y si lo hizo o no la entendió o no cree en ella, razón por la cual las cuarenta objeciones que encontramos no tenía sentido darlas a conocer. Por otro lado los acuerdos tomados en el Congreso Daniel Oduber, fueron desechados en ese documento de un solo palmo, como si no tuviera ningún valor partidario.
Se ha hecho en reiteradas oportunidades, que la administración del Partido cobra determinada suma de dinero a los candidatos que tienen interés de ocupar cargos de elección popular o de dirección interna, este mecanismo es totalmente ilegal, inconstitucional y contrario al principio de libre participación electoral, o sea el derecho de elegir y ser electo, por cuanto están utilizando las candidaturas como un medio para financiar el Partido cuando el mismo Código Electoral establece los mecanismos para hacerlo, sin dañar la democracia del Partido de la que tanto hablamos pero que poco acatamos.
Si la decisión política es recuperar el Partido tenemos que hacerlo de una vez, no esperar un momento oportuno por cuanto cuando llegue no vamos a tener los elementos necesarios para la necesitada recuperación.
Abrazo cordial
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