El Partido es una organización social

Roberto Castro Ch.

Roberto Castro Ch.

Todas las organizaciones sociales, pero con mayor razón el PLN, debe ser regido por normas y procedimientos que obedezcan a los principios democráticos que están claramente establecidos en los documentos oficiales del Partido.

Nuestra democracia, tal y como la conocemos, tiene tres principios fundamentales: La participación, la representación y la democracia interna. La libre participación es un derecho innegable, todos los compañeros tienen el derecho de participar en los procesos internos y externos sin que haya obstáculos que no sean los requerimientos establecidos en el Estatuto para poder participar. La representación de las diferentes fuerzas que participan en los procesos internos, se debe representar electoralmente mediante el sistema de papeleta y con la utilización del mecanismo de cociente subcociente y residuo mayor. La democracia interna debe operar respetando la decisión de las mayorías, pero con representación de los grupos minoritarios proporcionalmente según sea su representación numérica.

Tenemos que ser conscientes de que la operación y funcionamiento de cualquier organización social requiere de recursos económicos, esta situación nos lleva a concretar que el mismo Código Electoral establece que los miembros del partido deben “contribuir económicamente según sus posibilidades”. Si no se establece el mecanismo para hacer efectivo este procedimiento, entonces estamos expuestos a que el financiamiento requerido por el Partido, para operar, se obtenga de otras fuentes y por medios que no necesariamente son democráticos. Tampoco estamos hablando de que la deuda política sea de mala procedencia, o que los aportes de personas físicas nacionales sean no deseables, el problema es que el ingreso depende de otras variables que no son la participación de de los electores; en otras palabras no es sostenible y cuantificable como si son los gastos del Partido.

La mala costumbre de cobrar cuotas de inscripción para ocupar cargos dentro de la organización, o para participar en cargos de elección popular, es el primer efecto antidemocrático por no tener un programa de financiamiento democrático. El Partido para poder funcionar democráticamente, sin que existan cuotas de inscripción, debe tener el financiamiento adecuado, sostenible y transparente. Caso contrario el trato a los liberacionistas no tendrá la condición de igualdad.

Es de suma importancia que tomemos consciencia del problema que esto implica, pues mientras continuemos en la condición en que estamos habrá dos clases de liberacionistas: Los que pueden pagar las cuotas de inscripción y participar en la elección de los cargos que deseen, y los que no, aunque sean verdaderos líderes, nunca tendrán el derecho de ser elegidos.

Abrazo cordial

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