Roberto Castro Chaves
Sin pretender realizar un análisis exhaustivo del desarrollo histórico de ese importante movimiento, si podemos recordar las causas que motivaron y estimularon su crecimiento y también los movimientos políticos y sociales que promovieron tal movimientos.Es importante como alguien señalaba, ubicarnos en el contexto actual para señalar acontecimientos pasados, partiendo de este supuesto, tenemos que el sindicalismo fue un movimiento que surgió con la revolución industrial, como una manera de reaccionar ante los abusos y explotación de los empresarios que trataban a los trabajadores de manera inhumana. Las jornadas laborales eran de horas prolongadas, los lugares de trabajo, insalubres y los trabajadores se exponían a riesgos superlativos, el trabajo infantil era cruel y despiadado y en fin era un contexto histórico deleznable. El sindicalismo aunque ya tenía sus raíces, fue parte de las estrategias marxistas para fundamentar e instrumentalizar la lucha de clases. Posteriormente con el surgimiento del movimiento que atenuó el desarrollo político del enfrentamiento social propuesto por Marx y Engels, a la coyuntura del socialismo democrático, aparecieron dos frentes sindicales; el propuesto por el marxismo y uno menos virulento, que conservó los objetivos de defensa de la clase trabajadora y la lucha por evitar la explotación laboral y la consecución de beneficios laborales para los trabajadores.
Surge posteriormente el sindicalismo en la función pública, que lógicamente no tenía el propósito de librarse de la explotación laboral, pues por definición el Estado no tiene el objetivo de explotar a sus súbditos, razón por la cual este sindicalismo tiende a buscar, como es lógico, el bienestar de sus miembros y por ende aparece el “contrato laboral” como mecanismo de acercamiento entre el sindicato y los representantes patronales, situación que condujo a cambiar su posición hasta llegar al extremo de cogobernar y cambiar sus objetivos laborales.
Llegado a este punto el sindicalismo se acoge a disposiciones laborales, para superar los beneficios que la legislación laboral les otorga, y entonces asumen una posición laboral que está en contra de los intereses económicos institucionales, sea como empresa pública o institución creada para prestar servicios de interés social. Ante esta situación el servicio que se presta deja de ser el objetivo social y en cambio se lucha por obtener privilegios particulares para sus trabajadores, perdiéndose la perspectiva del beneficio laboral y también el objetivo del servicio institucional eficiente para la sociedad, ante esta situación, si no se toman medidas correctivas el sistema va a colapsar, pues la institución no presta el servicio para el que fue creada y los trabajadores van a perder la posibilidad de lograr un trabajo humanizado y bien remunerado, o sea perdemos los dos objetivos sociales que inicialmente buscábamos.
Ante esta situación los sindicatos deben replantear sus estrategias para dinamizar y efectivizar los objetivos institucionales, caso contrario la organización pierde su razón de ser y por ende el sindicato promueve su propia extinción.
Abrazo cordial
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