PREAMBULO
Una CARTA IDEOLOGICA es algo más que un conjunto de ideas y propósitos. Ya no basta con criticar la época y desear románticamente el advenimiento de un orden nuevo. Una CARTA IDEOLOGICA es un compromiso y un llamado a la acción. Ese es el verdadero signo de nuestro tiempo. Sentimos, por ello, la ineludible obligación de darle una forma y un porvenir a nuestra época en nuestra sociedad. He ahí nuestro compromiso de jóvenes revolucionarios. Juventud de un partido político que en Santa María de Dota, el 1o. de abril de 1948 en las montañas, luchando por reivindicar el derecho del sufragio, la honestidad administrativa y los derechos del ciudadano, en su Segunda Proclama juró que «el día que terminemos la guerra contra la mala fe, iniciaremos una nueva guerra la guerra contra la pobreza«.
Mucho ha sucedido en la historia desde aquel entonces. Grandes conquistas y también errores -lo reconocemos honestamente-, sintetizan la obra de Liberación Nacional. Pero, una verdad se yergue incuestionablemente en la vida política de Costa tica: la juventud costarricense debe plantear seria, combativa y eficazmente sus propias soluciones a los problemas nacionales, contribuyendo así, a la transformación revolucionaria de nuestras estructuras actuales, Ahí está nuestra acción: en la trinchera del Partido y en los campos de Costa Rica.
La mala fe y la vergüenza nacional que se combatió en 1948 aún no han desaparecido de la vida política nacion9|. Menos aún la pobreza. Estamos plenamente conscientes de que las dos guerras apenas se han iniciado. Los próximos años son definitivos para Costa Rica. La JUVENTUD LIBERACIONISTA está dispuesta a reanudar la lucha. Hemos decidido aceptar que nadie nos podrá jamás sustituir. Quizás se han perdido algunas batallas, pero el futuro está por delante y vamos a conquistarlo.
Esta CARTA IDEOLOGICA concluye una primera etapa y sintetiza nuestra respuesta de hoy.
No concebimos la acción política sin la definición ideológica. Sin ella, toda acción política es vacía e ineficaz. Nuestra CARTA IDEOLOGICA es un mensaje revolucionario. Recoge nuestro pensamiento y nuestro compromiso. Nuestra acción será la obra de la JUVENTUD LIBERACIONISTA.
Marzo 1968
PRINCIPIOS IDEOLOGICOS DE LA JUVENTUD LIBERACIONISTA
1.- EL HOMBRE: OBJETIVO FUNDAMENTAL
Toda nuestra acción tiene como fin primordial la exaltación del ser humano y la concreción de sus valores; y tiende a la humanización de todas las instituciones, para proporcionarle el desarrollo libre de su personalidad y el cumplimiento de sus aspiraciones.
2.- LA DEMOCRACIA COMO SISTEMA DE ORGANIZACION POLITICA Y SOCIAL
Sostenemos que el sistema democrático de gobierno se basa en el respeto de todas las ideas y la libre expresión de ellas a través de las distintas organizaciones políticas y sociales, el reconocimiento y respeto de las minorías, la pluralidad de partidos, la plena vigencia de los derechos humanos y el funcionamiento de los tribunales de justicia que garanticen esos derechos. También sostenemos que el Poder reside en el pueblo y que las autoridades que libremente elige, sólo deben cumplir lo que las leyes les señalen.
Afirmamos que la libertad es uno de los pilares básicos de nuestra acción, entendiendo que no hay libertad sino entre iguales, ni igualdad sino entre libres. Para que exista libertad e igualdad, deben producirse las condiciones económicas y sociales que permitan que el ser humano goce, en el hecho, de las libertades y derechos legales. Por ello, estimamos que sólo un sistema político que sea socialista democrático, garantiza el pleno ejercicio de la libertad y la igualdad.
3.- EL SOCIALISMO COMO SISTEMA DE ORGANIZACION ECONOMICA Y SOCIAL
Sostenemos que la sociedad debe fundamentarse en elevados valores éticos y no en aquellos que como el lucro, envilecen al hombre. Por ello, rechazamos el individualismo y el capitalismo como base de organización económica y social.
Estimamos que no puede existir democracia sin socialismo, ni socialismo sin democracia. Es por eso que aspiramos al socialismo como sistema de organización económica y social. Entendemos por socialismo aquel sistema donde exista la propiedad colectiva de los medios de producción y la propiedad también colectiva del excedente que resta después que la sociedad satisface sus necesidades de consumo. Entre tanto, perseguimos un sistema socializado en que las principales fuentes y medios de producción estén en manos de la sociedad privada, y el que, dentro de una planificación socialista, la empresa privada colabora en la producción con un punto de vista social.
Sostenemos que el socialismo se puede aplicar dentro del sistema de relaciones políticas en que se expresa la democracia, bien entendida, y a través de la ley democráticamente establecida.
4.- NECESIDAD DE LA REVOLUCION
Entendemos la revolución como un proceso drástico y acelerado, que tiende a traspasar el Poder de las manos de quienes actualmente lo detentan, a las manos de las mayorías populares. Este proceso tiene como nota fundamental la característica de ser irreversible.
Sin que renunciemos al uso de la violencia cuando fuere necesario, preferimos que la revolución se realice por la vía pacífica.
5.- EL ESTADO: SU OBLIGACION FUNDAMENTAL
El Estado debe ser un instrumento revolucionario al servicio de la sociedad, cuya obligación fundamental reside en proveer el mayor disfrute de los bienes materiales a todos y cada uno de los miembros de nuestra comunidad, garantizando la igualdad, la seguridad, la integridad y la libertad de la totalidad de sus habitantes.
6.- EXPLOTACION DE LA RIQUEZA NACIONAL
La explotación de la riqueza nacional debe realizarse en beneficio de todos los costarricense mediante sistemas cooperativos o colectivos, que no permitan la acumulación de riqueza individual y cuyo producto sea distribuido equitativa proporcionalmente entre los que participen en el proceso de producen, tomando en cuenta las necesidades y contribución de cada uno.
7.- DISTRIBUCION DELOS BIENES DE CONSUMO
La distribución de los bienes de consumo debe tener una regulación tal. que permita la satisfacción de las necesidades de todos y cada uno de los costarricenses, en las únicas limitaciones plenamente justificadas por el interés público.
8.- PATRIMONIO VITAL
Todo costarricense debe tener derecho a poseer su patrimonio vital, entendiendo por tal; vivienda, vestido, alimento y todos los bienes indispensables para la satisfacción digna de sus necesidades fundamentales. El patrimonio vital debe tener concepción familiar y no debe ser trasmitido a título oneroso gratuito en forma tal que permita condiciones de desigualdad o injusticia.
9.- PLAN INTEGRAL DE DESARROLLO NACIONAL
Para lograr el desarrollo nacional, debe planificarse la economía en todos los sectores de la Producción, tanto públicos como privados, a fin de que se logre el máximo de provecho de sus factores evitándose así el desgaste de éstos sin un aprovechamiento racional. Para esto, debe existir un plan integral de desarrollo nacional, orientado a fomentar la producción en todos los niveles, que impulse un mejoramiento constante del nivel de vida y un aumento del ahorro nacional.
Este plan de desarrollo debe sustentarse en la realidad eminentemente agrícola del país y debe proveer ocupación plena, incorporando nuevas fuentes de producción para satisfacer las necesidades del crecimiento de la población.
Concebimos el desarrollo como un proceso revolucionario integral, acelerado e irreversible, que tiene por finalidad última la promoción del hombre mismo, y no sólo de la riqueza.
10.- EXPLOTACION DE LOS SERVICIOS PUBLICOS
La explotación de los servicios públicos es derecho exclusivo del Estado, el cual debe organizaría por medio de concesiones a cooperativas o a los gobiernos locales.
11.- LA EDUCACION
La educación, en todos sus niveles, debe ser impartida exclusivamente por el Estado. Además, debe ser obligatoria para todos y gratuita para el que carezca de recursos económicos suficientes, debiendo pagarla quien sí esté en posibilidades de hacerlo, en forma proporcional a sus ingresos.
La educación debe ajustarse rigurosamente a las exigencias del desarrollo nacional, o sea que la orientación, la cantidad, la calidad y el tipo de educación deben determinarse por las metas de desarrollo nacional.
12.- LA SALUD PUBLICA
La salud constituye una de las metas esenciales del Estado, y a ésta corresponde la planificación de la política de fomento, preservación y recuperación de la salud de la población, así como el saneamiento ambiental. El Estado debe establecer los medios indispensables para lograr que las grandes mayorías tengan acceso real y efectivo a las instituciones médico asistenciales.
Los profesionales en las ciencias de la salud deben ser primordial-mente funcionarios públicos al servicio de la población; y deben estar comprometidos, a través de un sistema global de instituciones estatales, en el desarrollo del programa nacional de salud. También, deben estar sometidos, aun en el ejercicio privado de la profesión, a las disposiciones y requisitos que claramente determine el Estado.
13.- LA SEGURIDAD SOCIAL
La seguridad social implica el otorgamiento de todos y cada uno de los medios necesarios para el disfrute máximo de la vida humana, desde el nacimiento hasta la muerte del individuo. El Estado debe proteger económicamente y con dignidad al niño, al huérfano, al abandonado, al enfermo, al incapacitado, al desocupado, al anciano, a la familia cuando los ingresos no guarden relación con las necesidades, y a cualesquiera otros miembros de la comunidad que ameriten la asistencia social.
Se deben eliminar totalmente los sistemas asistenciales basados en el concepto de caridad, ya que la asistencia social debe administrarse con criterio de derecho otorgado de oficio y con dignidad.
Los seguros de enfermedad y maternidad deben ser universales y obligatorios para todos los ciudadanos, así como los riesgos profesionales y los seguros de invalidez, vejez, muerte y desempleo involuntario.
14.- ERRADICACION DE LA PROSTITUCION, LA MENDICIDAD Y EL VICIO
La prostitución, la mendicidad y el vicio son efectos negativos de las estructuras socioeconómicas prevalecientes. Deben ser combatidos en su raíz de origen y en sus primeras manifestaciones, con métodos preventivos.
15.- EL TRABAJO El trabajo es la actividad superior del hombre, y en cuanto tal, posee, además de su extraordinaria significación económica, un elevado sentido ético. Es el fundamento de la libertad y de la dignidad de los hombres.
El trabajo debe constituir el título principal para adquirir la propiedad sobre los bienes económicos y para disfrutar los beneficios de la vida social. En el nuevo orden social, es necesario que se de al trabajo el reconocimiento jurídico, la fuerza económica y las oportunidades de que ahora disfruta el capital en forma exclusiva. En ese nuevo orden social, todos los hombres deben tener derecho a un trabajo positivo y útil y a un ingreso que permita bienestar y seguridad para el futuro.
El monto de los salarios y demás condiciones laborales, deben fijarse en convenciones colectivas, en todos aquellos centros de trabajo en que existan organizaciones gremiales.
16.- SINDICALISMO
Proclamamos la necesidad de una unidad sindical, como instrumento de gran importancia para la defensa de la libertad y la democracia.
El Estado debe garantizar el derecho de organización sindical, el cual debe ser complementado con la vigencia de una moderna legislación laboral, que ampare a todos los trabajadores, sin distinción de color de doctrina política o religiosa.
El Estado, como medio de garantizar derecho de organización, debe otorgar el Fuero Sindical a los dirigentes obreros electos democráticamente en sus sindicatos, protección contra las persecuciones a todos los trabajadores.
Se debe reconocer representación de los trabajadores a través de los sindicatos, en aquellos órganos del Estado relacionados directamente con los intereses de la clase obrera.
La JUVENTUD LIBERACIONISTA luchará porque se promueva una legislación que asegure efectivamente la contratación colectiva de trabajo y la participación activa de los trabajadores en la dirección y administración de la empresa.
17.- LA EMPRESA
Creemos necesario replantear el esquema tradicional de la empresa capitalista y avanzar hacia nuevos tipos de empresa, como la empresa cooperativa, la regional, la municipal y la empresa de gestión de los trabajadores.
18.- COOPERATIVISMO
Al igual que con la empresa capitalista, consideramos como necesario replantear el esquema tradicional del cooperativismo, ubicándolo en los sectores básicos de la economía. Se debe crear un amplio sector cooperativista dentro de la economía nacional.
19.- LA REFORMA AGRARIA
Concebimos la reforma agraria como un proceso drástico y masivo de redistribución de los derechos sobre las tierras y las aguas.
20.- ORGANIZACION POPULAR
La vigencia de la democracia exige que el sistema político esté estructurado de tal manera que los sectores populares tengan participación efectiva y constante en los órganos de decisión política, en todos sus niveles mediante mecanismos adecuados de organización, que les permita contribuir al desarrollo económico y social, para beneficio de todos.
La sola participación en actos políticos, como son las elecciones, no es un mecanismo suficiente para satisfacer los requisitos de la demo
errada, la cual exige del elector una actuación consciente y continua en laa formación de las decisiones nacionales. Para lograr esta participación política, es necesario la organización del pueblo.
La organización popular tiene como objetivo provocar cambios en las estructuras de los centros de poder actuales y canalizar la energía creadora de las nuevas fuerzas sociales, hacia la construcción de una sociedad más justa.
La organización popular es, además un prerequisito esencial para cualquier política de cambios estructurales. No habrá cambios sociales efectivos si no se promueve la organización de las fuerzas sociales que los impulsen y los apoyen. En este sentido, el poder es una función de la organización: a mayor organización, mayor poder; a menor organización, menor poder.
21.- MEDIOS DE COMUNICACION COLECTIVA
En la sociedad moderna, los medios de comunicación colectiva son elemento indispensable para la difusión del pensamiento y la cultura. Por lo tanto, su propiedad debe corresponder a las organizaciones educativas y culturales, a fin de que los utilicen para servicio del pueblo.
22.- RELACIONES INTERNACIONALES
En el ámbito internacional, la JUVENTUD LIBE RACIONISTA se adhiere al principio de la autodeterminación de los pueblos y no intervención. Consideramos que las relaciones internacionales deben estar imbuidas de un espíritu de cooperación y solidaridad, que garantice el proceso de los Estados no desarrollados, la equidad real y efectiva entre las naciones y el mantenimiento de la libertad y la paz.
La JUVENTUD LIBERACIONISTA declara su decisión firme de luchar para que Costa Rica, en el campo de la «guerra fría», adopte una política no alineada, independiente y orientada conforme a los postulados revolucionarlos contenidos en esta CARTA IDEOLOGICA.
Asimismo, reafirmamos nuestra adhesión a la política de no reconocimiento de gobiernos productos de golpes de Estado contra gobiernos legítimamente constituidos, a menos de que el golpe de Estado responda a un verdadero sentimiento popular.
23.- REQUISITOS ETICOS PARA LA ACCION POLITICA
La acción política no podrá llegar a revestir nunca el carácter de servicio noble a la comunidad, que justifica, si quienes dirigen esa acción no ajustan su conducta a las siguientes normas éticas mínimas indispensables:
a.- Eliminar el abuso de poder o el uso de influencias políticas para lucro personal o de allegados, a fin de que nunca se convierta la acción política en un negocio innoble.
b.- No permitir que miembro alguno de nuestra organización —ya sea en calidad de dirigente o en el ejercicio de funciones públicas—, sea al mismo tiempo defensor o personero de empresas o intereses en conflicto con las aspiraciones populares.
c.- Llevar una conducta personal privada que esté de acuerdo con los principios de rectitud moral y de ética.
24.- EL NUEVO ORDEN SOCIAL
La JUVENTUD LIBERACIONISTA, como organización revolucionaria y democrática consciente de su responsabilidad histórica, aspira a crear un nuevo orden social en Costa Rica, basado en la igualdad de oportunidades para todos en lo personal, lo cultural, lo económico y lo político. Cada costarricense debe tener oportunidad de educación y bienestar, y de hacer sentir su voz en los negocios del Estado y de la sociedad en general.
Este patrón de igualdad limita la libertad individual, restringiéndola a su uso digno. Sin una justicia así entendida, la libertad degenera en capricho del más fuerte; lo mismo que la igualdad sin libertad degenera en igualitarismo. Igualdad y libertad se condicionan mutuamente.
La dignidad del hombre reside en su derecho a ser responsable de sus actos y en el reconocimiento del derecho de todos a participar en el desarrollo de la sociedad
La JUVENTUD LIBE RACIONISTA se ha definido revolucionariamente ante el país. La SOCIAL-DEMOCRACIA se ha fortalecido y la juventud de Costa Rica se apresta a asumir con valor su responsabilidad de generación.
Hoy es un día de gran significación para la juventud costarricense.
LA JUVENTUD LIBERACIONISTA»
«LA CATALINA, HEREDIA 19 de MAYO DE 1968»
DECLARACION DE SAN JOSE
Vivimos una época de crisis: inflación, recesión, crisis energética, escasez de alimentos, devastación y saqueo de las riquezas naturales, contaminación ambiental, secuestros, guerrillas, hambre en grandes sectores de la humanidad. Estos son algunos de los problemas que hoy día llenan las páginas de los periódicos, y que se han convertido en el azote apocalíptico de los pueblos más indefensos y explotados. Es la crisis de un sistema basado en el afán de lucro, el apetito de poder y la insensibilidad social, que ha usado el formidable avance científico y tecnológico desarrollado por el hombre para montar un aparato de producción lleno de contradicciones. Se hacen grandes esfuerzos por producir bienes dstinados a la satisfacción de las necesidades de sociedades más ricas, y de las clases privilegiadas de las sociedades pobres, mientras faltan alimentos, vivienda, salud, vestido y educación a una gran parte de la humanidad.
Se instalan fábricas y plantas industriales que utilizan tecnologías muy elaboradas para producir artículos nuevos y riqueza a sus dueños, mientras se empobrece más la humanidad con la explotación irracional de los recursos naturales y la explotación del medio ambiente. Se produce para el consumo innecesario y se estimula el consumo para producir más. La guerra se ha convertido en una necesidad económica para muchas sociedades: mientras se busca un mundo sin hambre, se retinan los instrumentos bélicos de autodestrucción del hombre.
Se ha explotado el petróleo y otras materias primas atendiendo intereses inmediatos de compañías transnacionales y de sociedades opulentas. La irresponsabilidad que originan estos sistemas no ha tenido límites. Hoy se empiezan a vivir ya las consecuencias de esa irresponsabilidad.
Al lado de la opulencia crece la vulgaridad y la pobreza espiritual de las minorías, así como la miseria y el hambre de las mayorías.
Los medios de comunicación modernos, como la televisión, en lugar de educar y enriquecer el espíritu de los hombres, son utilizados para transmitir violencia y propaganda que aliena al ser humano y reduce las dimensiones de la libertad.
Es la crisis de un sistema que nunca buscó la liberación del hombre, ni cultivó la solidaridad humana, ni abrió los ojos a los grandes horizontes de la humanidad. La ciencia y la tecnología, como conocimiento y dominación de la naturaleza, han tenido milagrosos avances en las últimas décadas, pero su aplicación no siempre ha apuntado hacia el mejoramiento del hombre, sino que se han convertido en el instrumento de muchas naciones para afirmar sistemas de producción y de vida que se encuentran lejos de las aspiraciones de libertad, bienestar y riqueza espiritual que ha buscado el hombre a través de los siglos.
Es la crisis del sistema capitalista y de la sociedad de consumo y desperdicio, que no solo resulta injusta, sino que también constituye un problema de supervivencia para la humanidad, por el tremendo poder del hombre, en un tipo de producción sin ideales, que es capaz de devalar la naturaleza y aniquilar los valores morales más preciados.
Ante la crisis del sistema se produce un conocido fenómeno: los países más ricos la trasladan a los más pobres y las clases de más altos ingresos a las menos afortunadas.
Se agudizan entonces las diferencias y se ahonda la crisis de los sistemas políticos: se produce incertidumbre y comienzan los zarpasos contra la libertad y la dignidad del hombre.
El imperialismo económico, después de subir precios, propicia golpes de estado ahí donde se levanta la protesta y se enarbola la bandera de |a soberanía y de la justicia. Las clases privilegiadas de países como el nuestro, acostumbradas a vivir en la opulencia y malgastar el producto del trabajo de todos, se unen y contestan agresivamente los intentos de evitar que la crisis caiga en las espaldas de las clases populares. Con una gran miopía histórica, luchan por conservar privilegios que ningún pueblo está dispuesto a pagar con el hambre de las mayorías.
A nuestro país han llegado manifestaciones de la crisis, y lo que es más ave aún, han echado raíces aquí algunas de las causas que la producen en otras latitudes.
La concentración de poder económico se está dando no solo en el agro sino también en la reciente actividad industrial. Se está fomentando el consumo de las clases más ricas, y se ha establecido un complejo de producción orientado a satisfacer las necesidades creadas por la propaganda y por la imitación del modo de vida de las sociedades avanzadas. Poco se hace por producir para la satisfacción de las apremiantes necesidades de las clases más pobres. Es un negocio riesgoso para quienes quieren hacer fortuna fácil. Se está desperdiciando el talento empresarial de muchos al establecer empresas cuyo propósito no corre paralelo con el interés nacional.
Hay crisis moral que no solamente afecta al sector público. El mundo de los negocios, cuando la meta no es el hombre y cuando no hay ideales, se convierte en una lucha de aves de rapiña que hace brotar la corrupción y el envilecimiento en toda la sociedad. Solo la mística de una gran lucha por la liberación del pueblo es capaz de combatir este fenómeno, que no sólo está en el negocio fácil sino también en el aburguesamiento, la vagabundería, el conformismo, el engaño, y el cinismo político. En esta gran lucha estamos presentes los jóvenes liberacionistas.
Ante el llamado de la patria, y ante la obligación de hacer concurrir nuestro esfuerzo y nuestro sacrificio para enfrentar la crisis y en-rumbar nuestro país hacia el logro de una verdadera solución nacional, hemos escogido el Partido Liberación Nacional como único frente capaz de vencer en esta lucha, dentro y fuera de la crisis, en favor del pueblo de Costa Rica. . . y porque al interpretar las aspiraciones de ese pueblo con apego a nuestras raíces históricas, Liberación Nacional se convierte en su herramienta legítima y natural para que muestra revolución sea auténticamente costarricense.
El Partido Liberación Nacional surgió a la vida con la aspiración de constituir una eficaz herramienta de transformación social al servicio del pueblo costarricense. A lo largo de 25 años, el pensamiento y la acción del liberacionismo han modificado sustancialmente la realidad nacional, democratizando nuestras estructuras políticas, económicas y sociales.
Ha sido una lucha ardua y cruenta, orientada a la consecución de grandes objetivos democráticos: desarrollo socialmente orientado y planificado en beneficio de todos los costarricenses; justa distribución de la riqueza; amplia participación del pueblo en la dinámica de nuestro desarrollo; creación de la infraestructura física y económica necesaria para sustentar y hacer posible ese mismo desarrollo; programas para llevar a las zonas rurales los beneficios de la sociedad moderna; lucha por la eliminación de |as ofensivas diferencias sociales entre los estratos de nuestra población.
Liberación Nacional ha sido así, con raras excepciones, el único partido de estructura y actividad permanente en Costa Rica, orientado por principios ideológicos claros e inconmovibles: la doctrina social-demócrata. Con base en esos principios medulares, el Partido ha vivido y debe vivir en un análisis permanente de sus programas, sus tácticas, su estrategia, la realidad del país y su propia realidad interna.
Dentro del anterior análisis, la Juventud Liberacionista tiene clara conciencia de nuestros errores, problemas y contradicciones. Grupos económicamente fuertes, dentro y fuera del Partido, han constituido un factor de atraso de la tarea transformadora del Partido. Somos conscientes, igualmente, de que la lucha de la Juventud Liberacionista dentro de la estructura partidaria no es, y no debe ser concebida, como una mera lucha generacional. Se trata de una pugna ideológica y política, en la que participan diosos sectores del liberacionismo, orientada a quebrar definitivamente la influencia negativa que los sectores conservadores han tenido en la vía y en |a definición de la acción partidaria del liberacionismo. Es una dicha contra las fuerzas reaccionarias que constituyen un lastre en la tarea de construir una sociedad verdaderamente democrática y socialista.
De acuerdo con esta posición, aceptamos y estimulamos la pluralidad de clases sociales dentro de nuestra institución partidaria. Concebimos al liberacionismo como una amalgama de estratos y sectores sociales populares (clase media, campesinos, pequeños empresarios, artesanos, proletariado urbano y rural, estudiantes, etc.) que constituyan el sustento político y social del cambio democrático y revolucionario en Costa Rica.
No aceptamos, por el contrario, la pluralidad ideológica dentro di; nuestro Partido: el liberacionismo se sustenta, repetimos, en principios doctrinarios de libertad, igualdad, y justicia social, que encierran un profundo sentido de cambio, un compromiso irrenunciable y absoluto de luchar al lado de los sectores populares, una vocación de justicia y libertad para las grandes mayorías marginadas. Quien no crea en esos principios y no aliente esas esperanzas no puede acompañarnos en la lucha política.
La Juventud Liberacionista tiene el compromiso y acepta la obligación de constituir la vanguardia ideológica y la punta de lanza política, dentro de esa lucha por volver a las fuentes revolucionarias originales del Partido. Nuestra tarea inmediata e impostergable es, y debe ser, la democratización del Partido: más amplia participación de las bases en la toma de decisiones a nivel local y nacional; amplia financiación popular: reafirmación de la función docente del Partido; organización permanente de nuestros cuadros y nuestras bases y apego absoluto a la vocación revolucionaria contenida en la Carta Fundamental del Partido y en la Carta Ideológica de la Juventud Liberacionista.
La Juventud Liberacionista debe prepararse cada vez mejor para esa tarea. Debe reafirmar su papel eminentemente crítico dentro de la estructura partidaria, debe estimular aún más el estudio y la capacitación de sus miembros, y debe fortalecer su organización a nivel estudiantil, obrero y campesino. Tendrá así la fuerza organizativa e ideológica necesaria para alcanzar el éxito en la lucha por la democratización interna.
He aquí nuestro reto y nuestra esperanza. He aquí también nuestra decisión inquebrantable de luchar por la transformación definitiva del sistema capitalista, que ha institucionalizado la explotación del hombre por el hombre, para llegar a una sociedad socialista y democrática, en la que imperen la solidaridad, la justicia y la libertad para todos los costarricenses. Es una lucha contra el imperialismo económico y contra la oligarquía nacional, dentro y fuera del Partido, orientada a que el pueblo costarricense pase del reino de la necesidad al reino de la libertad.
CON BASE EN LAS ANTERIORES CONSIDERACIONES DECLARAMOS:
1.- Que en el enfrentamiento de la crisis económica deben prevalecer los intereses de las clases populares. Toda la acción del Estado debe orientarse a evitar que la crisis caiga sobre las espaldas de estíos sectores. El consumo de artículos innecesarios y suntuarios deberá subsidiar los precios de los artículos de consumo popular.
2.- La acumulación de tierra en manos de unos pocos ha alcanzado niveles que ponen en peligro las bases mismas de nuestra democracia. La Juventud Liberacionista lucha por una reforma agraria que logre una profunda distribución de la tierra, que elimine el latifundio y que garantice el acceso a la tierra a todos los que desean trabajarla, para que las grandes mayorías populares puedan disfrutar del producto de nuestra riqueza agrícola.
Deberá ser una reforma agraria que dignifique y organice al campesino costarricense, y eleve la productividad de la tierra mediante a tecnificación de la producción, el uso intensivo de la tierra y la asistencia permanente de los organismos del Estado.
Debe, además, garantizar la participación del mayor número en este proceso, mediante asentamientos campesinos, empresas cooperativas, comunitarias, estatales y empresas juveniles de producción, estas últimas en todos los colegios rurales del país.
Apoyamos los conceptos relativos a la Reforma Agraria manifestada por el sr. Presidente de la República, y nos adherimos al recién pronunciamiento sobre la necesidad urgente de poner en marcha una reforma Agraria emitida por un grupo de sacerdotes costarricenses.
3.- Nos pronunciamos por la transformación del sistema educativo, de manera que se logre un ajuste más adecuado entre las necesidad de la sociedad y las prioridades de la educación. Creemos en la necesidad de que nuestro sistema de enseñanza vincule al joven con el trabajo y le enseñe a comprender que el trabajo es la verdadera fuente de realización del hombre. Lucharemos contra el desprecio a las labores manuales que el mismo sistema fomenta y para que éste sea profundamente formativo del carácter y la personalidad del joven.
La nueva educación será una educación liberada, orientada a la transformación social del país.
Es necesaria la transformación de los métodos y sistemas de enseñanza en especial los que corresponden al área rural, de manera que se integre al campesino desde pequeño al proceso de producción, lográndose así la concientización de los sectores campesinos para lograr su propia liberación.
En general, la educación costarricense debe responder a las necesidades del Plan Nacional de Desarrollo, y específicamente a las particularidades de cada región del país.
Debe fortalecerse aún más FONAPE, con miras a proporcionar mayores posibilidades de estudio» para los jóvenes de escasos recursos.
En cuanto a la enseñanza superior, debe procurarse la democratización de la misma. Es necesario aumentarle el financiamiento a la educación Universitaria, para que sea posible aumentar los cupos de matrícula en las diferentes carreras, mejorar el sistema de becas, instalar residencias y comedores estudiantiles, aumentar el número de centros regionales, abrir carreras intermedias, y en resumen, vincular la enseñanza superior a la verdadera realidad del país.
En el nuevo orden social que propugnamos, el trabajo y el estudio serán actividad permanente y complementaria durante toda la vida . Hay que sacar la educación de las cuatro paredes del aula, y enseñar el amor a la naturaleza al trabajo, a la investigación y al estudio.
4.- Apoyamos el establecimiento de un servicio social obligatorio para toda la juventud de tal modo que el ¡oven, mientras se educa, participe en las tareas del desarrollo y pueda devolver a la sociedad que lo está formando parte del costo que conlleva su formación. Entretanto deberá organizarse, dentro del anterior planteamiento, un programa masivo de reforestación para contrarrestar el saqueo de nuestra riqueza forestal.
5.- Reiteramos nuestra posición inquebrantable contra los monopolios y las compañías extranjeras, que se llevan gran parle de nuestra riqueza nacional.
Lucharemos por la nacionalización de las compañías bananeras y forestales, por el establecimiento de acciones nominativas en las sociedades y contra toda situación de privilegio entre las distintas actividades de la economía nacional.
Propugnamos por la reforma del sistema tributario para que se contribuya con justicia a la solución de las necesidades populares, donde paguen más quienes más tienen y donde se grave fuertemente las utilidades empresariales destinadas al consumo.
Deberá pagarse un impuesto sobre la plusvalía de los bienes inmuebles de tal modo que nadie se adueñe del aumento de valor que estos experimentan por concepto de obras del Estado.
6.- El Estado costarricense deberá orientar y dirigir toda la economía nacional con arreglo a las necesidades de las mayorías populares, de acuerdo a una acción planificada donde la empresa privada participe en el esfuerzo por el desarrollo y la satisfacción de las necesidades del pueblo de Costa Rica con una profunda responsabilidad social,
7. – La Juventud Liberacionista luchará porque se separe una parte del Producto Nacional y se destine a resolver el problema de la vivienda popular que vive una parte de nuestro pueblo y la explotación inicua de que es víctima por parte de unos cuantos mercaderes de la pobreza, que tienen el tugurio como negocio.
8.- El Estado debe controlar los medios de comunicación colectiva, como la radio y la televisión, a fin de utilizar estos instrumentos para el enriquecimiento cultural de nuestro pueblo, para la educación y sana diversión, y no para narcotizar la mente popular con propaganda barata. Lucharemos por la eliminación de los programas que degeneran y embrutecen al ser humano, acentúan la dominación cultural y propicia la pérdida de los valores más preciados del pueblo de Costa Rica,
Proclamamos la necesidad inmediata de promulgar un fuero sindical que garantice a todos los trabajadores la libertad de asociación para la defensa y protección de sus intereses. Consideremos que el sindicalismo debe ser una de las bases fundamentales de organización de nuestro partido, y asimismo combatimos las desviaciones que en algunos momentos se han dado en el movimiento sindical, como el predominio de la lucha puramente economisista. Damos nuestro apoyo a los sindicalistas de algunas instituciones estatales a los que se ha cercenado su libertad de acción sindical por parte de algunos altos funcionarios. Sin embargo disentimos de las demandas que han planteado algunos sindicatos en el pasado, tales como aumentos de salarios, menos horas de trabajo y otras mientras carezca de la solidaridad social y de clase para con el pueblo que hace uso de los servicios. En estos casos las conquistas de un sector sindical van en detrimento, no de las clases privilegiadas de Costa Rica, sino más bien de los sectores obreros no organizados.
Propugnamos la organización de la comunidad latinoamericana para que nuestros países establezcan un frente unido y solidario contra las fuerzas del imperialismo y del neocolonialismo. y luchen por la defensa de nuestro interés común y por el bienestar del pueblo latinoamericano, y de los pueblos del Tercer Mundo. Repudiamos los gobiernos fascistas y dictatoriales que oprimen a pueblos hermanos de Latinoamérica. Condenamos enérgicamente las acciones de la Junta Militar Chilena, que atenta contra los Derechos Humanos del pueblo chileno.
Apoyamos vehementemente la lucha del pueblo Panameño por recuperar la Soberanía plena sobre la zona del Canal de Panamá. Nos adherimos al principio del pluralismo ideológico, en virtud del cual se reconoce el derecho de cada nación a acogerse al sistema político ideológico que las mayorías populares determinan. No obstante, mantenemos como principio inalterable que el sistema democrático es el único que puede brindar libertad, igualdad y justicia a todos los ciudadanos.
Nos manifestamos a favor del levantamiento de las sanciones a la República de Cuba, y por el inmediato restablecimiento de relaciones comerciales y diplomáticas entre Cosía Rica y Cuba.
11.- Nuestro país vive una crisis moral, tanto en el sector público como en el privado, que se manifiesta en todos los ámbitos y actividades.
Declaramos que en la lucha contra la corrupción nos acogemos al dramático llamamiento que hiciera el Presidente de la República el 8 de Mayo de 1974. Denunciamos ante los órganos del Partido, sin temblor en el animo, cualquier signo de corrupción que tiende a socavar los principios éticos que rigen nuestra acción política. Asimismo, continuaremos en nuestra lucha por lograr que quienes se dedican a la política con vocación de servicio al pueblo, no sean al mismo tiempo dueños personeros de grandes empresas que negocian con el estado. o que puedan torcer por su poder económico, la orientación de la lucha política del Partido.
12.- Creemos en la urgente necesidad de que se detenga la creciente deforestación de las cuencas hidrográficas, que está amenazando con destruir nuestra riqueza energética, aplicándose enérgicamente la Ley Forestal sin discriminación de ninguna especie. La protección de nuestros recursos naturales debe ser tarea fundamental y prioritaria del Gobierno. Lo que esta pasando en el hemisferio norte debe sor un ejemplo para que nosotros evitemos caer en los mismos errores. La Juventud debe luchar para que el pan de mañana sea seguro y producido en nuestra tierra.
13.- Exigimos la recuperación de nuestras playas y riquezas turísticas que están en manos de extranjeros o de sectores oligárquicos de nuestra sociedad. Solicitamos al Gobierno una acción enérgica en ese sentido, antes de que el propio pueblo tome esa acción en sus manos.
O HAY DESARROLLO PARA TODOS O NO HAY DESARROLLO
PARA NADIE»
San José, 22 de Marzo de 1975
III Asamblea Nacional de la Juventud Liberacionista.
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