Volver a LIberación: Oduber (IV)

Volver a Liberación

Por varios

Costa Rica cuenta con un sistema de educación en el que se invierte un alto porcentaje del Presupuesto Nacional, pero de nada sirve un excelente plan educativo si el educando está enfermo y desnutrido.»

I. INTRODUCCION

Continuamos, en estos cuadernos titulados «Volver a Liberación», publicando artículos de nuestros compañeros.

Hoy publicamos en estos cuadernos de la colección «Volver a Liberación» sendos artículos de los compañeros Dr. Guido Miranda, ex Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social e Ing. José Luis Cabada Martíncet, ex Presidente Ejecutivo de Acueductos y Alcantarillados.

En ellos se esclarece las obras de Daniel Oduber en el campo de la salud y el mejoramiento de las condiciones del medio ambiente con los programas de abastecimiento de agua potable, alcantarillado sanitario y letrinización.

Rufino Gil Pacheco

II. EL PERFIL DE DANIEL ODUBER

Dr. Guido Miranda

Una buena parte de su formación ideológica se produce desde su participación, muy activa por cierto, como miembro del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales.

Después de la Primera Guerra Mundial, que produce la desaparición de los Imperios y hace nacer las Naciones, éstas se reúnen, para atenuar su infancia e inexperiencia, en la Liga de las Naciones, con sede en Ginebra. Estas naciones jóvenes, muy especialmente las latinoamericanas, van buscando su organización político-administrativa siguiendo, a menudo, los ejemplos de los países europeos. Hay dos fuertes movimientos que matizan a todos los países: el nacionalismo, como un instrumento que les permite reconocer y definir su identidad, territorio, idioma, costumbres, música y vestuario, que florece en todas partes. El segundo fue el proceso de democratización, al desaparecer el absolutismo monárquico de los imperios. Esta democratización, casi de carácter embrionario, se matiza fuertemente de las ideas socializantes que con tanta intensidad barrerían Europa, desde fines del siglo XIX.

Costa Rica no fue una excepción. Esta tormenta ideológica que recorrería a Latinoamérica con Haya de la Torre, Vasconcelos o Gaitán, llegó fácilmente hasta nuestra juventud, que captó y metabolizó este proceso y el Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales fue la fragua que fundió y amalgamó mucho del nuevo pensamiento de esa época. Daniel Oduber estuvo en el núcleo de esta nueva concepción, en donde la transformación de los seguros sociales en Seguridad Social, como parte de un sistema de bienestar para la población, se había consolidado paulatinamente, en particular en los países que habían participado en la Segunda Guerra Mundial. En 1945, Gran Bretaña crea el primer Servicio Nacional de Salud, para cubrir toda la población, dejando atrás el clásico concepto de los grupos, modalidad sobre la que habían descansado todas las metas de los programas gremiales y que había dado inicio a los seguros sociales establecidos por Bismarck, en 1883.

Unos pocos meses después, en la primera Asamblea de la nueva Organización de las Naciones Unidas, se emite la Carta de Derechos Humanos en donde, en los artículos 22 y 25 se garantiza a todos los ciudadanos de los países que suscriben -Costa Rica lo hizo-, el derecho a la Salud y a la Seguridad Social, con lo que universaliza y democratiza el acceso al bienestar.

El Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales discute y racionaliza esta situación. De ahí que satisfaga encontrar en el proyecto de Constitución Política que se lleva a la Asamblea Constituyente los artículos que dan contenido, muy tempranamente, a esta avanzada posición social. Lamentablemente la mayoría de los miembros de la Asamblea no avalan esta posición y se produce su rechazo.

Daniel Oduber comprendió y formó parte de ese pensamiento que quiso incluirse en la Constitución aprobada en 1949. Su rechazo tendría que esperar 13 años para que nuevamente los jóvenes del 48, ahora transformados en prometedores líderes políticos de la fracción legislativa del Partido Liberación Nacional en el Congreso Nacional de 1961, modificara la Constitución Política en mayo, agregando el transitorio que constituye el párrafo tercero del artículo 73, que estableció la universalización del Régimen de Enfermedad y Maternidad. Los diputados Alfonso Carro y Enrique Obregón, apoyados por sus compañeros de Fracción dentro de los que están Daniel Oduber y Luis Alberto Monge, entre otros, llevan adelante la rectificación de la omisión que se produjo en 1949.

Esta es una manera de explicar fácilmente la convicción que mantuvo siempre Daniel Oduber de que era necesaria una nueva Asamblea Constituyente, para discutir una propuesta que representara mejor las necesidades del país.

Lo que ocurrió durante su Gobierno y administración, de 1974 a 1978, sirvió para demostrar su convicción sobre la extensión de la cobertura de la Seguridad Social. Lo hizo en dos formas: primero, dándole todo su respaldo a la recién aprobada Ley de Traspaso de Hospitales, que se aplicarían el comienzo de su administración y se completaría en setiembre de 1977, con los traspasos de los hospitales de la Junta de Protección Social de San José: el San Juan de Dios, el Dr. Chacón Paut y el Psiquiátrico Chapuí. Como un complemento que reforzaría esta acción política le corresponde iniciar la aplicación de la Ley de Presidencias Ejecutivas, al designar el primer Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social, el Licenciado Jenaro Valverde Marín, quien con todo el entusiasmo que lo caracterizaba se compenetra de los principios de la Seguridad Social y encabeza la creación del Sistema Hospitalario Nacional, que tan excelentes resultados le ha dado al país.

La segunda acción la ejecutaría el Presidente Oduber al programar la distribución de los fondos que se habían empezado a generar con la aplicación de la Ley de Asignaciones Familiares. Con una gran visión de lo que significa el desarrollo social, el fomento de la Salud y la prevención de las enfermedades, adjudica hasta 65% de los fondos de esta Ley al saneamiento ambiental, agua potable y letrinización, alimentación materno-infantil y el programa de alimentación escolar, utilizando tanto la acción de la comunidad como la gestión de los recién creados CEN-CINAI. El Ministerio de Salud, bajo la dirección del Ministro Hernan Weinstok, crea los programas de Medicina Comunitaria y Medicina Rural, que en 1977 cubren el 62% de la población nacional y que sin lugar a dudas representaron puntos claves para la mejoría espectacular de los indicadores de salud.

La creación del Segundo Plan Nacional de Salud, la acción intersectorial realizada con el nuevo Ministerio de Planificación Nacional, la extensión masiva de cobertura ejecutada y la consolidación del Sistema Hospitalario Nacional, no estuvieron libres de problemas. Todo lo contrario. A menudo se requirió ratificar la línea política para vencer obstáculos, o agregar fondos adicionales para financiar, sobre todo, el programa de reconstrucción y reequipamiento de los hospitales recién traspasados, de modo que rápidamente se incorporaran el nivel técnico de los de la Seguridad Social. En todos los casos estuvo presente el respaldo a las acciones de la Caja Costarricense de Seguro Social, o del Ministerio de Salud, o fortaleciendo las líneas comunes de acción que pocos años después conducirían el programa de integración de servicios.

La administración Oduber fue una de las más fecundas en obra material. Sin embargo, el valor social creciente del costarricense, en pleno ejercicio de su libertad como expresión democrática y los más altos niveles de bienestar logrados, harían una realidad los postulados socialdemócratas de Daniel Oduber. Para quienes fuimos testigos, los programas de la Caja Costarricense de Seguro Social fueron un excelente escenario para su realización.

III. ACUEDUCTOS Y ALCANTARILLADOS

Ing. José Luis Cabada Martínez

Costa Rica cuenta con un sistema de educación en el que se invierte un alto porcentaje del Presupuesto Nacional; pero de nada sirve un excelente plan educativo, si el educando está enfermo y desnutrido. El niño que comienza sus estudios con el cerebro dañado por la desnutrición, no va a absorber la misma cantidad de conocimientos que un niño sano.

Esto nos hace recordar el dictado latino «Mens sana in corpore sano». Este concepto fue la base de los Programas de Salud y Nutrición en la campaña de 1974 y de la Ley de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares.

Pero la campaña de nutrición, sin un programa paralelo de saneamiento ambiental, no tendría los resultados deseados pues al estar los niños parasitados, debido a las malas condiciones del medio, la distribución de alimentos vendría en gran parte a «engordar parásitos». Evidentemente fue necesario establecer un amplio programa de desparasitación, de letrinización y abastecimiento de agua potable.

En cuanto a la construcción de acueductos, Acueductos y Alcantarillados hizo una inversión, en los cuatro años de la Administración Oduber, mayor a la realizada desde su fundación.

La Oficina Panamericana de la Salud había recomendado, para la década de los setenta en América Latina, una cobertura con servicios de agua potable del 70% de la población urbana y 50% de la población rural.

En el año 1978, la cobertura para el área urbana Llegó al 98% y al 61% para el área rural. Esto nos indica que las metas fueron sobrepasadas ampliamente.

En cuanto a la disposición de excretas las metas de cobertura eran del 70% para la zona urbana y para la rural de 50%. Costa Rica había llegado en 1978 a una cobertura de 96% en la población urbana y 86% en la rural, luego también, más que cumplidas.

El mejoramiento de las condiciones del medio ambiente, logrado con los programas de abastecimiento de agua potable, alcantarillado sanitario y letrinización nos dan como resultados bioestadísticos los siguientes:

En 1967 la tasa de mortalidad infantil estaba en 62.3 por mil, en 1977 baja a 29.0 por mil.

En cuanto a la esperanza de vida ya para 1976, se había llegado a 71 años. Esto nos colocaba mas cerca a Canadá, Estados Unidos y los países europeos.

En la estructura de mortalidad general el país había logrado cambios importantes situando la gastroenteritis en el sétimo lugar, después de haber sido durante muchos años la primera causa de muerte. Han ascendido a los primeros lugares la mortalidad por las enfermedades cardiovasculares y degenerativas que son características de los países industrializados.

Quiero aquí destacar un pensamiento sociológico muy importante del Presidente Oduber, cuando se refería al campesino:

«Cuando hablo del campesino, no solo pienso en el que vive aun en el campo y trabaja la tierra, pienso también en millares de familias campesinas que viven hoy hacinadas en las ciudades. Hay en ellas el deseo nostálgico de volver a su lugar de origen, pero se hace necesario mejorar las condiciones de vida en los campos. El contar en las zonas rurales con adecuados servicios de salud y por supuesto también puestos de trabajo, ayuda a lograr estas aspiraciones. Esto además resolvería en gran parte los problemas urbanos que nos parecen imposibles de resolver.

También se lograría una mejor calidad de vida en todo el territorio nacional, al aumentar la productividad de los trabajadores y por lo tanto sus ingresos».

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