¿Error por desinformación o mala fe?

Fernando Berrocal

Fernando Berrocal Soto

El Presidente del Tribunal de Ética del PLN, con un lenguaje claro, directo y a la yugular, el compañero y amigo Manuel Carballo, en un escrito publicado hoy en La Nación (ver al final del artículo), nos ha hecho recordar los viejos tiempos del PLN, cuando no le aguantábamos carga, ni infamias, ni mentiras, a ese periódico y a sus Directores y periodistas.

Era la época del orgullo liberacionista, cuando loa ataques eran respondidos sin miedo y con la certeza de que la razón estaba de nuestro lado y que el periódico La Nación era, como decía don Pepe, el único partido político que teníamos frente a la social democracia del PLN. Nunca he entendido claramente el por qué y tampoco algunos de sus accionistas y miembros de su actual Junta Directiva, lo pueden explicar, las razones del encono de ese importante medio de prensa contra el PLN.

La columna «El Pelotón Verde», del periodista González, el domingo pasado, es una muestra de ello. Una columna llena de falacias e inexactitudes, de claro sesgo político, como muy bien lo ha puntualizado el Presidente de nuestro Tribunal de Ética. Esa columna fue un ataque al PLN por la decisión de suspender de su militancia al último candidato del PLN a la Presidencia de la República. Además y por esa razón, el supuesto fusilamiento y la imaginaria acción de un pelotón verde de fusileros, el Director del periódico La Nación vaticina la derrota de nuestro partido político en la lucha por la Alcaldía de San José. ¡Vaya manera de entrarle al tema!.

Me parecía que esos tiempos habían pasado. Me equivoqué. No en vano y es bueno recordarlo, don Guido Fernández, (q.d.D.g), Ex Director de La Nación e intelectual de primera línea, fue ministro en el primer gobierno del Presidente Oscar Arias y don Eduardo Ulibarri, también Ex Director de La Nación, fue embajador de Costa Rica en las Naciones Unidas, en el gobierno de doña Laura Chinchilla. Para no ir más atrás y recordar las relaciones correctas, aunque siempre diferenciadas ideológicamente, entre don Pepe Figueres y don Jaime Solera y don Manuel Jiménez de la Guardia, ambos ciudadanos de grata memoria por sus obras y emprendimientos en el sector privado productivo de Costa Rica.

Ahora resulta que es el periodista Armando González, su actual Director, quien la tiene contra el PLN. Es extraño, porque se dice que él fue una de las personas que más influyó para que nuestro último candidato a la presidencia de la República, renunciara a su candidatura. A propósito de eso, sería importante conocer, en aras de la transparencia y el ejercicio independiente del periodismo, si es cierto o no que, la noche antes de la renuncia de don Johnny Araya, el Director de La Nación participó o no en una subrealista reunión en la que, cuatro o cinco personas, tomaron esa decisión con él, al margen del Comando de Campaña, del Directorio Político Nacional y de la Asamblea Nacional del PLN. Renuncia que el entonces candidato le comunicó al PLN y al país al día siguiente.

¿Existió o no esa famosa reunión o es un invento de la política?. Sería bueno, por fin, saber la verdad. Don Armando González podría decírnoslo y, a la vez, explicarnos las razones de la presencia del Director de La Nación, en esa reunión cena, porque de ser cierto, las decisiones que ahí se tomaron, no fueron cualquier cosa, ni para el PLN, ni para la última campaña política, ni para la democracia costarricense, ni para el periódico La Nación y su Director.

Entre tanto se aclaran las cosas y se conoce la verdad histórica, porque no descarto que esa trascendental reunión-cena nunca existiera, bravo por el Presidente del Tribunal de Ética, el compañero y amigo Manuel Carballo Quintana: así se escribe y se hablan los liberacionista de pura cepa.

Miembro de la Asamblea Nacional

¿Error por desinformación o mala fe?

 
El director de La Nación, el señor Armando González R., refleja una aversión tan visceral hacia el Partido Liberación Nacional, que lo induce a hacer afirmaciones por desinformación –algo inconcebible en un director que su propio periódico ha dicho otra cosa–, o por mala fe. Me refiero a su columna del pasado domingo 6 de setiembre, en la que expresa que “especialmente en un partido donde tantos asuntos de indiscutible talante ético pasan sin pronunciamiento. Eso para no mencionar el difícil trance en que ahora se encuentra el presidente del tribunal encargado de dispensar justicia selectiva”. Ignoramos a qué se refiere el señor González. No hay tal “trance difícil” en que ahora se encuentra el presidente del Tribunal de Ética y Disciplina.

Podríamos rebatir cada uno de los extremos de su columna de opinión. Por supuesto que nadie lo va a sacar de su desinformación. Pero sí queremos aprovechar esta oportunidad para manifestar que quienes hoy fungimos como miembros del Tribunal de Ética estamos empeñados en sacar adelante todos los asuntos del campo ético partidista que sean sometidos a nuestro conocimiento.

Y lo haremos con la frente en alto porque nos llena de orgullo la Costa Rica que Liberación Nacional ha construido en más de 65 años; y porque estamos comprometidos, sin avergonzarnos, en dar nuestra cuota de trabajo en la etapa de consolidación de un nuevo Liberación.

Manuel Carballo Quintana
Presidente del Tribunal de Ética y Disciplina Partido Liberación Nacional

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